miércoles, 29 de julio de 2009

"Tempus fugit, sicut nubes, quasi naves, velut umbra"

"El tiempo vuela como las nubes, como las naves, como las sombras"

Ayer en la noche, recordando los viejos tiempos (probablemente a raíz del insomnio) me di cuenta de lo rápido que pasa la vida y me acuerdo de todos los momentos notables de mi corta vida.

Me acuerdo de cuando disfrazaba a mis peluches de terroristas, de la Willy gritándome: "compañera anarquista!!" de un extremo al otro del colegio, de mis estúpidos deseos de conseguir un enorme y rebosante traje de pavo con el objetivo de salir a la calle gritando como uno, de las veces que me caí del estúpido cajón del gimnasio causando la risa de todo el nivel, del pelotazo magistral de Pablo en séptimo básico en el cual una pelota de volley cruzó todo el esplendoroso gimnasio para llegar a mi cabeza después de una inútil advertencia de Pedro, de las veces que me puse el bolso del termo de la Marianne (el cual por alguna extraña razón era enorme)en la cabeza para tratar de caminar adecuadamente por el casino del colegio, de cuando empezamos a hablar como judías con la Willy y pasé de ser "la compañera anarquista!!" a la "Juden Kamarraden!!!", de cuando empecé a fumar, de cuando conocí a la Paula y nos quedamos conversando desde las 12 de la noche hasta las 6 de la mañana para después dormir hasta las 8, hora a la cual nos despertamos debido a los sonidos guturales de un ser al cual no mencionaré, de cuando cantaba "opera" en la mitad de la calle para que la Fran se enojará e intentara golpearme, de cuando conocí a la Paka y a la Marianne a las cuales solía asustar apareciéndome de la nada, de cuando conocí a la primera persona que realmente amé y con la cual sostuve un relación, de cuando conocí a la Cami un viernes lluvioso en septiembre del 2003 día en el cual yo vestía unas calzas ridículas que me quedaban cortas porque a mi mamá se le había olvidado comprarme unas nuevas y yo había crecido 15 centímetros, de los tiempos en que odié a todas las macro-empresas y dejé de comprar ropa en dos años hasta que la ropa que tenía se empezó a romper...

Y pensando... me doy cuenta de que afortunadamente no me he cambiado de casa, ni de ciudad, ni de colegio en siete años...
Me doy cuenta de como todo lo que conozco ha cambiado, incluso yo...
De todo el tiempo que perdí...
De todas las personas y lugares que he conocido...
Y de que quizás en unos años más piense lo mismo...

Y de que el tiempo pasa irremediablemente...

martes, 28 de julio de 2009

Happy Go Lucky!!

Le dedico esta entrada a mi más frecuente lectora (considerando lo frecuente que se puede ser leyendo a alguien que publica entradas tan ocasionalmente como yo) Camilowsky, mi esposa y el amor de mi vida y a mi buen amigo Chama.

Siendo objetiva la vida humana carece de sentido alguno, el ser humano nace para trabajar, tarea cuyo objetivo es contribuir a un mundo lleno de desigualdades en el cual debe salir adelante básicamente para saciar sus necesidades como ser vivo.
El ser humano consta de auto-control, pero tiende a olvidar que sus principales instintos y necesidades son la búsqueda de la perpetuación de la especie y el apetito destructivo, para perpetuar la especie un ser humano debe estar vivo y por lo tanto debe alimentarse adecuadamente y vivir en un mundo con una asepsia adecuada.
El ser humano se cree superior, pero su apetito destructivo parece superar al de cualquier otro ser vivo sobre la faz de la Tierra, el humano es el único ser capaz de matar a sus congéneres sin razón alguna y de disfrutar del dolor de estos mismos.
El ser humano tiende a ser enormemente intolerante. El ser humano cree que su vida tiene muchísimo sentido y valor a pesar de que no es así (con sentido, me refiero a finalidad).
La finalidad de un vida humana es vivir, y por ello es insensata. Si tratamos de darle sentido, las deducciones se vuelven parte de un espiral de razonamientos y premisas confusas que no llevan a ninguna parte.
Para empezar somos los únicos seres vivos capaces de matarnos entre nosotros de forma masiva, somos los únicos seres capaces de exaltar y enaltecer cosas de extrema irrelevancia, las cuales a veces ni siquiera existen, y finalmente somos los únicos seres capaces de hacer que sus vidas giren en torno a algo tan representativo y vacío como el dinero.
Por todo esto creo que si uno busca el sentido y la finalidad de la vida de un ser humano debe mirarla desde un punto de vista subjetivo y de carácter más emocional.
A pesar de que yo sé y tengo claro todo lo anterior, soy feliz, porque creo que hay una única razón para serlo, los sentimientos, los cuales a pesar de ser grupos de reacciones químicas cuya finalidad es únicamente la interacción humana y la final reproducción, me parecen fantásticos.
Los sentimientos le dan matices a la vida y le permiten a uno inter-relacionarse con otros y sentir por ellos aprecio y cariño e incluso amor , además de darnos la capacidad de ponernos en su lugar.
El hecho de que esto suceda nos permite apreciar las cosas, hace que la vida no sea tan gris y monótona, hace que las cosas brillen y oscurezcan, generan desniveles que hacen la vida cambiante y placentera, los sentimientos son la base de nuestros objetivos y de nuestras acciones. El objetivo de todo ser humano es ser feliz (no me refiero en el sentido que hace referencia a los homosexuales sino al otro) y para ser felices buscamos hacer cosas que nos agradan, por las cuales somos capaces de cruzar las dificultades que nos hacen sentir ofuscados o tristes, lo cual es absolutamente positivo ya que para que exista lo positivo debe existir lo negativo, es decir, sin contrastes nada existe (curiosamente esta ley se aplica a todo).
Los sentimientos son para mí la base de todo.
Sin sentimientos no habría conocido a la Camila, a la Paka, a Chama, a la Gala, y en resumen, a mis amigos como los conozco, sería incapaz de ver al resto como los veo, los vería probablemente como contribuyentes de mi subsistencia, sería incapaz de entablar conversaciones, porque sin sentimientos no hay risa, no hay alegría, no hay pena, no hay emociones, no hay razones para destacar momentos ni para recordarlos más allá que con meros motivos de la existencia y el placer propio.

Y honestamente, soy feliz como estoy, quizás viva poco, quizás me muera mañana, quizás viva mucho, quizás si me muero a nadie le importe, quizás no sea tan inteligente, quizás no pueda saltar el cajón en educación física, ni jugar volley lo suficientemente bien, quizás sea torpe y cavernícola, quizás no tenga el mejor futuro por delante, quizás no soy lo suficientemente rubia ni pechugona ni potona para los que me observan constantemente, pero para mi misma soy suficiente y si muero voy a morir feliz porque siendo sincera mi vida es perfectamente imperfecta y me gusta así.
Tengo pocos, pero buenos amigos.
Y finalmente, me importa una soberana y majestuosa caca si el resto me encuentra una inepta.
Porque mis amigos y la gente que me quiere me quiere así como soy y si yo no fuera así ellos no estarían en mi vida.
Y hay defectos que tengo que cambiar, pero si todo va bien me queda una vida por delante para cambiarlo.
Y aquí finaliza mi entrada de hoy.